miércoles, 19 de mayo de 2010

muerte por chocolate

Creo que el ser humano nada tiene que ver con lo que la sociedad nos ha enseñado. Eso es algo que en ortofonia nos recuerdan constantemente, la vida, en este lugar...lo llamemos, primer mundo o como sea, mos ha transformado en seres débiles y amorfos que no conocen su propio cuerpo, y que lo han limitado. Lo han hecho empequeñecer o adelgazar para ajustarse a canones, lo han sentado en sillas de cuatro patas....lo han machacado y convertido en algo inutil para la supervivencia...pero para eso ya estan las máquinas claro.

El ser humano... a veces es tan preciso sacarnos de nuestros convencionalismos, que no nos damos cuenta de que aquello con lo que nos sentimos indentificados, muchas veces, sea un triste producto de las imagenes absorvidas durante años en la televisión y el cine....Hasta nuestra forma de "actuar "esta condicionada. ¿Por qué entonces el chocolate?....

Creo que no habia nada mas humano que lo que somos cuando estamos solos, cuando no tenemos nada que demostrar. En ese sentido, durante mi juventud, he sentido un placer inmenso al sumergirme en un material, liquido o viscoso, (normanmnete una piscina o el mar) y disfrutar de esa quietud que pasa, que envuelve tu cuerpo cuando estas bajo el agua. El silencio...hay abajo no hay nada....ni siquiera gravedad, y flotas.....pero tienes que respirar...

Entonces vuelver a la realidad de todos los dias, el ruido, el movimiento, la gente que pasa...y las comparaciones....como no. En el ejercicio de ortofonia he querido desvelar mi propia identidad intentando crear el mundo magico que se percibe cuando estas en ese momneto, el cual es plenamnete sensitivo. Nelo me ha dicho que con este ejercicio lo he tocado todo, gusto, olfato, oido y tacto, ya que toda la composicion queda envuelda por la suave musica de Devendra Banhart (wake up, littel sparow). A la vez queria que se apreciara una hermosa normalidad en el hecho de estar desnuda frente a mis compañeros y simplemte bañarme en el chocolate, como un juego, llenandolo de imagenes sensuales y a la vez con el contrapunto de un ñiño que juega con el barro.

No hay erotismo, ni maldad, hay juego, juego con el peligro de resbalarme, de caerme, de estar en tensión y alerta sobre una superficie que resbala....me caeré y me heré otro moratón....pero son señales en mi cuerpo, son mi historia....son los bocados de piraña...de esta vida envidiosa. Sigo siendo ese gorrion que hace su agujero en la nieve.....casi suicida.

Casi como si formara parte del trabajo, me mantengo frente a mis compañeros desnuda, con el chocolate, y recibo sus sensaciones y criticas, desde las mas objetivas hasta las mas emotivas, y su manera de mirarme cuando estoy asi, como cambia, estoy mas segura, aunque se que mi aspecto es amargo y dulce como el chocolate.

El depliegue de ayudas por su parte me parece una de las mejores partes del trabajo, no dejan que me resbale, y cuidan de todo para que pueda ducharme tranquila despues del ejercicio. Y limpiarse,dejarlo todo caer, desprenderse de todo lo malo, de toda la mierda, cae, bajo mis pies...y se cuela por el desague...y muere....

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